4 de agosto
20:00
Convento de Santo Domingo y San Pablo - Las Navas del Marqués (Ávila)
El programa confeccionado para el recital de hoy está articulado en dos partes que orbitan cada una de ellas una idea principal. En la primera parte, la noble Sonata Op.28 de Ludwig van Beethoven —conocida como Pastoral— y los sutiles Juegos de Agua en la Villa de Este de Franz Liszt evocan una visión de la naturaleza amable y bucólica, de los bosques y del agua. En la segunda parte, se explora la música del siglo XVIII, representada por Johann Sebastian Bach, y la influencia de ésta en un compositor tan característico del siglo XX como Maurice.
Ravel, que rinde homenaje a la música barroca en su suite Le Tombeau de Couperin.
La Sonata Op.28 es una de las páginas más célebres de la producción sonatística de Beethoven. Sus cuatro movimientos exhiben indicaciones de tempo moderadas e idéntica tonalidad —salvo en el segundo, en el que se modula al homónimo menor—. La originalidad de la temática beethoveniana no deja de sorprender en esta obra, cuyo tema inicial es llamativamente plácido. El segundo movimiento muestra una idea melódica más oscura interrumpida por un pasaje juguetón y desenfadado. El tercer movimiento es un Scherzo con Trío, animado y humorístico. Finalmente, el Allegro ma non troppo se extiende de nuevo en un clima apacible que culmina en una brillante coda.
Franz Liszt fue toda su vida, y por encima de todo, un virtuoso del piano. Tras la espectacularidad de su escritura se encuentra una técnica forjada desde el teclado y que resulta sorprendentemente cómoda para el intérprete, al contrario de lo que sucede con la música de sus contemporáneos Schumann y Chopin. Juegos de agua en la Villa de Este es una de sus partituras más visionarias, pues en cierto sentido anuncia el impresionismo que ha de llegar poco después, con Gabriel Fauré primero, y más tarde con Claude Debussy y Maurice Ravel.
La segunda parte, articulada en torno al estilo Barroco y su impacto en la música posterior, comienza con el Preludio y Fuga BWV850 en re mayor de Bach. El preludio, rítmico y preciso como el mecanismo de un reloj, da paso a una fuga escrita en el modo de las oberturas francesas, en un ambiente de pomposa solemnidad. Por su parte, Le Tombeau de Couperin es una de las páginas más hermosas escritas para piano por Maurice Ravel. Sus seis movimientos están dedicados a la memoria de los amigos del compositor que perdieron la vida en la Primera Guerra Mundial. Ravel los recuerda con afecto y nostalgia pero sin caer apenas en la amargura ni exhibir la rabia y el dolor de la pérdida, como si se tratara de coloridas flores sobre las lápidas. De estos seis movimientos, la Toccata final es conocida por ser una de las piezas más difíciles y exigentes escritas por el autor. Su incesante sucesión de notas repetidas culmina en una radiante y enérgica explosión sonora que constituye el final perfecto para la suite y será la despedida que Ravel le brinda a la música para piano solo, pues no volvería nunca a escribir otra obra para este instrumento en solitario.
Álvaro Menéndez Granda
Nacido en Madrid, inicia sus estudios de piano a la edad de siete años. Se forma con los maestros José Luis Fajardo, Luis Vázquez del Fresno y Amador Fernández. Obtiene el Título Superior de Música, en la especialidad de piano, en el año 2011. Durante los años siguientes estudia y completa el Máster en Interpretación Musical de la Universidad Rey Juan Carlos y el Máster en Formación del Profesorado de la Universidad Internacional de Valencia.
Además de sus tres maestros principales, Menéndez Granda ha recibido los consejos de pianistas de prestigio nacional e internacional como Ana Guijarro, Elena Orobio, Marisa Blanes, Soledad Bordas, Roberto Russo, Miguel Ituarte, Josep Colom, Jesús María Gómez, Guillermo González o Ramón Coll. Ha actuado en El Ateneo de Madrid, el Círculo Amistad Numancia, el Centro Asturiano de Madrid, la Fundación Eutherpe, el Paraninfo de la Universidad de Oviedo y en otras salas de la geografía española.
Actualmente compagina su actividad como intérprete con la pedagogía y la crítica musical, que ejerce intensamente en las revistas Codalario y Síneris.
