29 de julio
20:00
Castillo Palacio Magalia - Las Navas del Marqués (Ávila)
29 de julio - 12:30 - Auditorio de San Francisco Ávila)
En la presente ocasión, los alumnos de la “Semana Internacional de Canto 2018” de Zenobia Música ofrecen su concierto de fin de curso bajo la batuta de Rupert Damerell. El programa recoge una selección muy variada de piezas basadas en textos del Cantar de los Cantares, uno de los libros del Antiguo Testamento. El texto es considerado uno de los poemas de amor más bonitos de la Historia y ha sido interpretado en sentido doctrinal como alegoría del matrimonio entre Cristo y su “esposa” la Iglesia o también en un sentido mariológico, en concordancia con la creciente devoción mariana de la época. Así, durante el Renacimiento, numerosos compositores europeos pusieron en música textos procedentes del Cantar de los Cantares.
Comienza el concierto con el motete Surge propera (Levántate, amada mía) , en primer lugar, en la versión a 6 voces del compositor sevillano Francisco Guerrero (1528 – 1599). En la voz de las sopranos segundas se puede percibir un cantus firmus de notas largas sobre las palabras “Veni sponsa Christi” (Ven esposa de Cristo), contrastante con las demás voces que se mueven más rápido sobre el texto del motete. La propuesta homónima del compositor italiano Pierluigi da Palestrina (1525 – 1594), por otra parte, muestra una disposición a 4 voces con un contrapunto imitativo –las voces entran en momentos distintos, repitiendo diferentes versiones de un mismo fragmento melódico–, una textura llena y una gran simetría en la construcción global de la pieza.
A continuación, se interpreta el motete a 4 voces Quam pulchra es (Qué hermosa eres) del compositor franco-flamenco Noel Bauldeweyn (c 1480 – post 1513). Este motete se difundió ampliamente por toda Europa y hasta aparece retratado en el cuadro Riposo durante la fuga in Egitto de Caravaggio (imagen de la portada). Y es este motete que sirvió al compositor franco-flamenco Nicolas Gombert (1495 – 1560) como fuente para su misa parodia homónima a 6 voces, de la que se interpreta el primer movimiento (Kyrie), en el que utiliza el motivo inicial del motete de Bauldeweyn.
El siguiente bloque se inicia con el motete a 5 voces Quam pulchri sunt gressus tui (Qué bellos son tus pies) de Palestrina, uno de 29 motetes pertenecientes al ciclo Canticum Canticorum, basados íntegramente en textos del Cantar de los Cantares. Según palabras del propio compositor, este usó: “un estilo de música un poco más animado de lo habitual en composiciones sacras”. A continuación, se interpreta la versión a 4 voces de Quam pulchri sunt del compositor abulense Tomás Luis de Victoria (1548 – 1611). Victoria usa los versículos que estima adecuados para alabar a la Virgen, ya que este motete se ideó para la fiesta de la Inmaculada Concepción. Observamos el uso del madrigalismo para subrayar las palabras clave del texto. Más tarde, Victoria empleó parte del material musical de este motete, al igual que hizo con otros tantos motetes suyos, para componer su misa parodia homónima a 7 voces. De esta misa se interpreta el movimiento Agnus Dei, en el que se perciben el uso de dos temas procedentes del motete y con el que concluye esta sección.
La última sección del concierto está dedicada a tres obras sobre el texto de Ego flos campi (Soy la rosa de Sarón). El versículo “Sicut lilium inter spinas” (Como el lirio entre los espinos) hace alusión a la Virgen María. En primer lugar, se canta la propuesta del compositor franco-flamenco Jacobus Clemens non Papa (1510 – 1555). El motete muestra un gran dominio del contrapunto, pues las 7 voces que suenan a la vez no afectan a la inteligibilidad del texto. El motete homónimo del compositor sevillano Alonso Lobo (1555 – 1617), por otra parte, muestra una textura más diáfana conformada por 4 voces dispuestas a modo de contrapunto imitativo. Por último, se interpreta el motete a doble coro de Guerrero. La obra muestra una amplia textura a 8 voces. Dispuestas en dos bloques de 4 voces, reciben un tratamiento homofónico con entradas alternadas.
Gabriela Andres
